LA CASA: HOMELESS
El cuarto en que se vive. The living room (que es una casa dentro de la casa). El barrio, el municipio..., espacios que identifican la historia y la solidaridad de un grupo social, de grupos sociales; estos recintos tienen ancestros: la tribu, lo tribal, que acompañan a la condición humana socializadora. También la Iglesia Católica tiene sus espacios administrativos para la evangelización del hombre. Toda la Iglesia Católica está integrada, además de por el Estado Vaticano donde reside la gobernación del orbe católico, y que está reconocido como Ciudad-Estado en la confederación de las naciones..., por diócesis, y las diócesis están integradas en espacios territoriales menores, con una comunidad, la que reside en el territorio parroquial, con un párroco, sacerdotes, vicarios, diáconos... Este territorio menor, porque tiene la función pastoral y organizativa de crear un grupo familiar, la familia parroquial..., es la célula completa de toda la conformación viva de la iglesia. Una familia tiene actos comunes y frecuentes: residir en la casa, almorzar en la casa habitualmente, reunirse en la casa, descansar allí... No se almuerza cada día en la casa del vecino, ni en un bistró; por eso el lugar de la celebración, es la expresión de lo que habitualmente debe el feligrés hacer en la parroquia del territorio donde se reside. En Puerto Rico, por la atracción de las sectas que no se estructuran en un terreno determinado, la celebración litúrgica local resulta muy cambiante; esto ha influido en el catolicismo isleño, que a tantos fieles les ha llevado a ir de picaflores, de parroquia en parroquia, sin llegar a formar un núcleo familiar litúrgico de mutua integración. Esta situación es comparable al dueño de un carro que hoy reposta gasolina en la Gulf, mañana en la Texaco, pasado mañana en la Shell y algunos domingos en la Total...; es también como si hoy uno almuerza en casa del alcalde, pasado mañana en la casa del párroco o del pastor, al día siguiente en el bohío del pana, al otro se va de cachete a la casa del Presidente... (¡Perhaps!) Total: que tenemos católicos que no tienen casa: homeless. Le decía una dama pinturera, a la que el párroco trataba de indicarle la conveniencia de asistir a su parroquia propia: -Yo vivo en un país libre y voy a la iglesia que me da la gana. - ¿País libre? Todo el que peca es esclavo, se dice en el evangelio de San Juan... Días después aquel párroco se enteró de que la tal señora era una drogadicta y.... algo más, ¿libre ella? Já.
Esta es la historia de los sin-techo católicos, de los homeless. Sin padre ni madre, ni perrito que le ladre. Picaflores, en suma.
(Publicado originalmente en: Boletín Informativo Parroquia San Juan de la Cruz, nº 860, noviembre 2009)
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