PROVEA DE DROGAS A LOS DROGADICTOS PARA QUE "NO SUFRAN", SEÑOR PRESIDENTE
(Carta abierta a Barack H. Obama)
Señor Presidente de los Estados Unidos de América:
Paz y bien.
Dediqué bastantes horas de contemplación televisiva a las peripecias de su campaña hacia la Presidencia de los Estados Unidos. Comenzaban a abrirse expectativas de un conveniente cambio y de una dilatada esperanza para su ilustre nación, y, cómo no, para el resto del mundo con el que ustedes están interconectados por motivos económicos, diplomáticos, de control, de influencia y de poder. En un exceso de ilusión, quizá alguien muy optimista, podría haber exclamado en aquellos días: !En el mundo comienza a amanecer! Uno, que cree en la Providencia y piensa que Dios lleva la historia, incluso reconduciéndola a través de paganos, como el general persa Ciro, se había inclinado al optimismo, esperando una buena gestión de su parte, en esta hora histórica, en la que el Becerro de Oro nos ha postrado en una formidable ruina económica, empezando por ustedes, a los que el Destino Manifiesto les ha confiado cierto poder intencional sobre las naciones... Pero, amigo mío, en los primeros días del mes de marzo, después de levantar con una firma el veto para que se pudieran manipular las células madres embrionarias con óvulos humanos, que son personas en el punto de partida de un arranque genético, que es un puro milagro de la vida.., alza usted la voz y proclama: !He autorizado estos procedimientos porque soy creyente y no quiero que la gente sufra! !Ay, Señor Presidente!... tendría entonces, que proveer a los pederastas de tiernos niños y niñas..., porque esos abusadores, sin niños que disfrutar, no sabe usted lo que sufren; tendrá que proveer de muchachas a los violadores, porque sufren mucho estos señores sin nadie a quien violar; tendrá que proveer droga a los consumidores de estupefacientes, para que no sufran; tendrá usted que dotar a los alcohólicos de buenas barricas de güisqui para que no pasen sed... ¿Sigo? Un óvulo humano es una forma personal de vida, en una continuidad de desarrollo evolutivo real, porque la vida es un continuum, no es como la materia, que tiene una estructura de agregado, sin fluencia de energia englobante y unificadora entre sus componentes; la vida penetra la materia pero no se identifica con ella, Si usted comprimiera indefinidamente la masa del edificio del Empire State Building de Nueva York, quedaría reducida a la cabeza de un alfiler de un peso impoderable, valga la paradoja; es lo que me enseñaba, en años mozos, mi profesor de Física y Química, un venerable ingeniero de minas; la materia es porosa; tiene vacíos de viruela, la vida es una melodía ininterrumpida. Pasó usted por Havard; no puedo pensar que dejaran de enseñarle en los cursos comunes estas cosas elementales, aunque usted hiciera concentración en Leyes. ¿Le enseñaron a comprender el concepto y la realidad de lo que es la persona? Porque la persona es la realidad donde es posible la dinamización de la ley. Espero que conozca usted al profesor Emmanuel Kant, poco sospechoso de integrismo y de beaterías religiosas: "La persona -escribía más o menos- es un absoluto participado y no se puede utilizar como medio para nada, ni siquiera para evitar el sufrimiento o una muerte impuesta. Un óvulo humano es, desde el primer momento de su constitución orgánica, una realidad programada vitalmente como persona viva, a falta del desarrollo ulterior de sus virtualidades contenidas en un código activo, y esto desde el primer instante de su ser..., porque es un continuum. ¿Sabe usted establecer la diferencia entre la materia continua (aunque es una expresión paradoxal, sin querer entrar en los quanta, en los quarks, ni en la materia/energía, que no es lo mío, y de lo que guardo un nostálgico recuerdo iluminado de años básicos de Universidad) y la materia discreta? Por eso la vida humana incipiente, antes de ser valor ético es verdad científica, porque esto no es una manía retrógrada e integrista de la Iglesia Católica, que tiene su Pontificia Academia de Ciencias donde han trabajado Premios Nobel?..., esto es ciencia probada en foros científicos.
No tengo el tiempo ni el acompañamiento de especialistas, que yo necesitaría para el párvulo editorial del boletín de una parroquia perdida en una islita florida del Caribe azul... Dice usted que ha tomado esa determinación porque es creyente; mire, "!también los demonios creen y !tiemblan!" (St 2, 19), porque habrá leído usted la carta del Apóstol Santiago ¿no? Pues, !hala! recapacite usted, Señor Presidente, recapacite a favor de una elevación de la dignidad de la persona humana en este momento histórico de lágrimas, dolor y desesperación; no desprecie la ocasión de ser un nuevo Ciro, que conduzca al pueblo humano hacia los designios de paz -y no de aflicción- que tiene el Señor, cuya pasión es el hombre; porque de lo contrario, la intención de "para que la gente no sufra", será una falsa compasión. Falsa. Ha hecho usted un flaco servicio al pensamiento ético, que depende de la fuerza de la verdad (aunque el escepticismo académico romano de un tiempo, hizo exclamar a un gobernador cobarde -Poncio Pilato-: "¿Y qué es la verdad? Porque lo que en la administración del Sr. Bush era malo (ilegal: la manipulación de las células madres y óvulos humanos)..., con el decreto que usted ha firmado es bueno (legal). ¿Qué es lo bueno y lo malo, Sr. Obama? ¿Quién norma la verdad? ¿Un puñado de votos más o menos? ¿Es la verdad, cambiante, según el arbitrio de un número mayor o menor de votantes? La verdad, en la consideración de las más hondas raíces griegas y judeo-cristianas; es decir, en la Civilización Occidental, se apoya en lo real con todos sus factores, "ser es resistir", Señor Presidente. La verdad no depende de los votos de una Cámara que debe fijar leyes importantes y necesarias, pero coyunturales siempre... Porque "!Ay de los que llaman al mal bien, y al bien mal..!" (Is 5, 20), ese es el pecado contra el Espíritu Santo que no se puede perdonar (no me extenderé explicando esto, que ya he lanzado al aire de este trópico antillano en homilías de domingo). ¿Aceptaría usted como bueno (porque legal sí lo sería) el que por decreto total de las Cámaras de su nación se decidiera la matanza de toda una raza? El holocausto hebreo fue un decreto total de un gobierno..., fue, por tanto, bueno (legal)... Esta es la contundencia de la Lógica aristotélica en Occidente, una Lógica que hace transparente a la realidad, a la Metafísica... Pero ay, la Metafísica se extinguió en los países sajones con la muerte de un bizarro franciscano escocés, Juan Duns Escoto, que murió en 1308. A ustedes les ha quedado, como me aseguraba un amigo filólogo que batallaba con los matices de las vocales inglesas, articuladas al ritmo cegato de la niebla londinense tropezando con el reloj de la Torre de Londres, el cuerpo a cuerpo; ... de ahí resulta que hay que tocar, tantear a ciegas entre el smog y algún clareo; es decir, derivar hacia la resistencia de lo palpable..., pues eso es el pragmatismo y utilitarismo americano: lo que se toca y lo que se ve es la verdad; es decir, lo que da resultado. Señor Obama, ha conformado su actual cultura sajona con los directores de orquesta William James, John Dewey, Smart... ¿Sigo de nuevo?...
La piel, la epidermis, el epitelio son los factores que han saxonizado la verdad en lo que da gusto, en la ausencia de sufrimiento, en lo que resulta deleitoso. Pues mire usted, Presidente, el demonio jamás nos tienta con la mentira y con el mal, porque esto no resulta, sino de otra manera. Ya me dirá...
Publicado originalmente en el Boletín informativo de la parroquia de San Juan de la Cruz de Puerto Rico, nº 829, 5 de abril de 2009.
Publicado originalmente en el Boletín informativo de la parroquia de San Juan de la Cruz de Puerto Rico, nº 829, 5 de abril de 2009.